martes, 25 de agosto de 2009

Una imagen para el blog

Esta matica que están viendo ustedes tiene apenas un mes y algunos días de más, y ya se le comienza a ver el tallo palabrero más fornidito y algunos brotes de entraditas de los dos lados, y sí, ya hay fruticos, minúsculos porque son párrafos bebés, pero ya con algo de sabor de dúo. Qué bien, carajo, esa es la idea: tener paciencia de jardinero para con el íntimo y público oficio de bloguear. Y como la cosa es por turnos, pues hay más gusto y reto; el porqué lo podremos explicar después, por ahora la cuestión es alimentarnos el interés para no dejar morir esta plantita de blog, ya veremos los progresos.

Bueno, ahora sí, lo que quiero contar. Resulta que me puse a mirar el blog desde el punto de vista de quien nos puede estar leyendo (que ya veo que son, por ahora, dos lectores aparte de los creadores), y vi que, sin que ese lector lo pidiese, pero suponiendo que podría pensarlo, hacia falta un elemento que haría su llegada a nuestro trozo de atarraya algo más familiar, pues dicho sea de paso, la plantilla usada para este blog es, lo confesamos -aunque es posible que sea algo evidente-, una fría plantilla genérica. No es que sea motivo de vergüenza general, pero casi., así que se hace necesario hacer cambios en la parte visual del blog, pues una casa honestamente amoblada se vuelve acogedora, tanto para los que leen como para los que escriben. El tiempo que tenemos para meterle la ficha a este asunto es, empero, un tiempo escaso, en parte malgastado y en parte perdido entre los múltiples compromisos que salen espontáneamente en la vida diaria. De todos modos siempre se puede hacer algo con la parte del blog que más se ve a primera vista, la cabecera, que le de un toque cada vez más personal, más agradable si se puede. Con esta razón tuve suficiente como para dedicarle un mínimo de tiempo a hacerle la cabecera al blog, que, espero, sea del agrado de los visitantes futuros, de los actuales y de mi compañero de frutas verbales. En especial espero que éste último me de una opinión reguladora, aprobatoria o reprobatoria de mi edición. Y bueno, mientras leo opiniones de heroedeleyenda y de quien quiera opinar acerca de la imagen, ya podemos decir que el blog tiene cara, y que va a durar su propio tiempo. Qué bonito tener un blog que se ocupa tan bien de sí mismo y de nada más, carajo.

Aquí dejo, como archivo necesario y previsión de un futuro lleno de cambios, la cabecera añadida al blog:


Gracias a mi hermano por dejarme usar y modificar la fotografía tomada por su persona. Grande sos, loco jijuemadre.

viernes, 21 de agosto de 2009

Santa Marta, el paraiso de OTROS

Santa Marta es el anhelo de miles de colombianos. Todos los esfuerzos y sacrificios del año se resumen en ahorro para visitar esta histórica ciudad, en la cual murió nuestro libertador Simón Bolívar. Playas, lindas mujeres y basura... los esperan.

Mientras los turistas extranjeros se preparan para visitar Cartagena, ciudad a la que le apuesta el gobierno con respecto a turismo internacional, la mayoría de los Colombianos preparamos el paseo a Santa Marta con estación de uno, máximo dos días, por La Heroica, para ver qué es lo que hay allí y porqué se habla tanto de la ciudad amurallada. Luego, de regreso, a Santa Marta.

Las tardes en Santa Marta siempre se caracterizan por el sol, la playa y el estruendo del turista que, contagiado del sonido del MAR, desata sus emociones para llevar en sus recuerdos el mágico lugar. Por las noches desde temprano las familias se reúnen en la arena, y a son de vallenato bailan los éxitos del pasado y del presente, se emborrachan y, lo más sorprendente, se “cagan” las playas. Los Samarios llaman a los barranquilleros cagaplayas, pues los fines de semana alistan lo que nosotros en el interior llamamos paseo de olla, pero para el MAR, y al final del día dejan las playas de Santa Marta hechas un basurero.




¿Pero acaso los cagaplayas serán sólo los Barranquilleros? ¿O serán todos los colombianos, que teniendo algunas de las mejores playas del mundo las seguimos contaminando, dando la imagen que tengo y que tienen de la mayoría de nosotros, un pueblo cochino, sucio, que por pereza bota la basura donde sea, que porque yo pago servicios entonces otro la recogerá. Nosotros los colombianos estamos acostumbrados ya tanto a la basura, que olvidamos que vivimos en un chiquero construido por nosotros mismos.

Al amanecer lo compruebo. Salgo ilusionado de mi casa a ver el amanecer en la playa, regreso desilusionado; la playa en la madrugada es un inmenso basurero, creado por un pueblo que aspira a progresar, sin darse cuenta que cada día esta más en "embasurado".

viernes, 14 de agosto de 2009

Cuarta entrada del Desnudo: No más títulos con enumeraciones ordinales/Quejas incisivas por no encontrar tema

It's Hot, in Nothing, ArizonaImagen por cobalt123 via Flickr

A excepción visible de esta entrada, decidí no hacer más títulos que incluyan enumeraciones ordinales. Las razones, aunque no muy claras, las encuentro en el hastío casi absoluto de tener que iniciar una y otra vez con la misma retahila uniformada. No es que deteste la rutina; de hecho disfruto repetir ciertas cosas, porque me gusta el placer de la repetición, de poder disfrutar una y otra vez, casi de forma neurótica, cuando lo que hago me gusta. Sencillamente esta era una rutina que no quería continuar, que ya me tenía cansado, impotente y atascado. Paso cerrado.

Ahora entro a otro punto. Tengo la impresión de que cada día que pasa la posibilidad de un tema se va volviendo en un asunto más fangoso, más difícil de conseguir. Es como si fuera un artículo agotado, sin stock en ninguna parte, todo agotado, todo, carajo. Y cada vez será más complicado. Las ideas se burlan de mí, me tratan como a un potencial mago psicótico. Me llenan de esperanzas con muchas opciones de contenidos, tan variados como los pliegues de mi incierto cerebro. Y cuando quiero atrapar una, simplemente se largan, dejando una que otra huella de excremento, de cagarrutas cognitivos, de los que poco o nada puedo sacar (vamos, que es apenas lógico que no se pueda sacar ni mierda de un trozo de mierda). El único tema me queda es el de la imposibilidad de tener, en algún momento de la vida mía, un tema para escribir. Me imagino que tendré que quedarme siempre en el umbral de la puerta, sin ser invitado a pasar aún, y describir algo de lo que sucede allí. Así tenga ganas de pasar al otro lado, para que posiblemente no encuentre nada, y me de cuenta tarde de las ventajas de no entrar nunca, o hacerlo tarde...

Ahora un último punto apartado. Veo que de nuevo estoy metido con pensamientos circulares. Y con divagaciones aptas para un blog todavía desconocido. Carajo... Eso puede servir. Eso puede servir... Eso puede. ¡Puede! ¿Puede? ¿Podré? Estoy cansado, no me pidan frutos maduros por ahora, no me jodan.
Reblog this post [with Zemanta]

domingo, 9 de agosto de 2009

El libro y su expiración evitable

La literatura como opción de entretenimiento y aprendizaje cada día esta mas en crisis, no porque haya, como muchos lo afirman, una escasez de buenos escritores contemporáneos; es solo que en un mundo cada día mas visual y globalizado, los formatos que requieren pensamiento, reflexión y, sobre todo, concentración e imaginación, se hacen difíciles e impensados para jóvenes que han sido acostumbrados a aprenderlo todo por medio de documentales, programas de televisión y computador.  Estos inconvenientes, bastante preocupantes a mi parecer, hacen respetar a escritores como J.K. Rowling, que no escribiendo mal, pero eso si NADA espectacular (hay cientos de escritores mejor que ella) logra que se haga el milagro: millones de niños, niñas y jóvenes alrededor del mundo leyendo libros de cuatrocientos y quinientos paginas, y lo que es más sorprendente aún, seguidores del mago de Hogwarts esperando ansiosos por largo tiempo las siguientes entregas, que entre más cerca están del final más largas se vuelven, entre SEISCIENTAS Y OCHOCIENTAS PAGINAS. Absolutamente abrumador si tenemos en cuenta que gran parte del público de la saga está entre los 10 y 18 años de edad.

Es de admirar y respetar al libro, nuestro querido amigo ya anciano, que se resiste a morir, a expirar. En mi caso particular, desde que lo descubrí, me cuesta pasar tiempo sin la compañía de un libro(aunque admito ,que con frecuencia, le soy infiel con las nuevas narrativas).

 A pesar de los grandes avances en la tecnología y los varios intentos por derrotar al mercado del libro de papel, hasta el momento no se ha conseguido imitar el olor de las paginas, la portabilidad del libro y la facilidad de leer sin agotar tanto los ojos por la luz de los reproductores.

La permanencia del libro continua. No sé si por poco tiempo, como lo suponía Cortázar, o por mucho tiempo más, y aunque las nuevas narrativas toman fuerza, el secreto para la continuidad del libro es más fácil del que imaginamos: Su fácil acceso(En muchos lugares quizás no se consigan los mejores libros, pero siempre se conseguirá un libro) 


El consumismo estará allí siempre, lo queramos o no, pero nosotros podremos asumirlo de mejor forma por medio de la educación; de lo contrario los libros, no solo en papel, desaparecerán como medio educativo para la inmensa minoría que aun lucha por su existencia.

domingo, 2 de agosto de 2009

Tercera entrada del Desnudo: Escribir me gusta y me jode (Parte I)

Así como lo dice el título. Escribir me gusta, me pone contento, carajo. Por eso escribo en este blog a cuatro manos (y en el propio, que tengo abandonado desde hace un año), en blocs de papel periódico, en cuadernos reciclados, en varias partes. Es algo que de alguna forma me da placer, pues cuando escribo puedo revolcar, manosear y jugar con las palabras y sus voces, de la forma que me de la auténtica gana, sin importar que allá afuera existan millares de personas con pensamientos y acciones similares a las mías.

Pero escribir también me jode: cada vez que me siento en alguna parte con la intención de coser párrafos de cualquier cosa, siento mucha ansiedad; me invaden angustias mínimas pero constantes; me sudan las manos y la frente. Y fuera de eso, casi siempre tengo ideas de muchos temas hirviendo en la cabeza, que se evaporan casi de inmediato cuando quiero materializarlas. Esa ausencia de temas, sumado a todos los síntomas ya dolorosamente descritos, me agobia casi todo el tiempo, y apenas si soporto todo esto. Tal vez en el fondo sí me importe el posible hecho de que allá afuera existan millares de personas con angustias y ansiedades similares a las mías cuando se acometen a la escritura.

Son unos malditos... y tal vez me esté quejando yo en demasía, no sé.

Sin embargo…

Las ambigüedades, contrariedades, angustias y demás chucherías de mi persona, pueden ser un buen tema de escritura. ¡Es un posible Eureka! ¡El advenimiento de un tema gordo y nutrido, como si se tratara de un durazno medievalmente grande, para sacarle todo su jugo! Además quejarse no es malo, y mucho menos si es una fuente de temas. Por eso digo que me gusta escribir. Así sean tonterías circulares. Vamos, que para eso estoy aceptando el hecho de que también me jode, que cada cosa que llega se lleva algo a cambio. Como su fuera una obtusa alquimia... Diablos, ya estoy agitando reflexiones, mejor me voy.
Reblog this post [with Zemanta]