viernes, 14 de agosto de 2009

Cuarta entrada del Desnudo: No más títulos con enumeraciones ordinales/Quejas incisivas por no encontrar tema

It's Hot, in Nothing, ArizonaImagen por cobalt123 via Flickr

A excepción visible de esta entrada, decidí no hacer más títulos que incluyan enumeraciones ordinales. Las razones, aunque no muy claras, las encuentro en el hastío casi absoluto de tener que iniciar una y otra vez con la misma retahila uniformada. No es que deteste la rutina; de hecho disfruto repetir ciertas cosas, porque me gusta el placer de la repetición, de poder disfrutar una y otra vez, casi de forma neurótica, cuando lo que hago me gusta. Sencillamente esta era una rutina que no quería continuar, que ya me tenía cansado, impotente y atascado. Paso cerrado.

Ahora entro a otro punto. Tengo la impresión de que cada día que pasa la posibilidad de un tema se va volviendo en un asunto más fangoso, más difícil de conseguir. Es como si fuera un artículo agotado, sin stock en ninguna parte, todo agotado, todo, carajo. Y cada vez será más complicado. Las ideas se burlan de mí, me tratan como a un potencial mago psicótico. Me llenan de esperanzas con muchas opciones de contenidos, tan variados como los pliegues de mi incierto cerebro. Y cuando quiero atrapar una, simplemente se largan, dejando una que otra huella de excremento, de cagarrutas cognitivos, de los que poco o nada puedo sacar (vamos, que es apenas lógico que no se pueda sacar ni mierda de un trozo de mierda). El único tema me queda es el de la imposibilidad de tener, en algún momento de la vida mía, un tema para escribir. Me imagino que tendré que quedarme siempre en el umbral de la puerta, sin ser invitado a pasar aún, y describir algo de lo que sucede allí. Así tenga ganas de pasar al otro lado, para que posiblemente no encuentre nada, y me de cuenta tarde de las ventajas de no entrar nunca, o hacerlo tarde...

Ahora un último punto apartado. Veo que de nuevo estoy metido con pensamientos circulares. Y con divagaciones aptas para un blog todavía desconocido. Carajo... Eso puede servir. Eso puede servir... Eso puede. ¡Puede! ¿Puede? ¿Podré? Estoy cansado, no me pidan frutos maduros por ahora, no me jodan.
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3 comentarios:

  1. aveces los frutos se pudren,, aveces las historias se acaban,, aveces el miedo nos detiene,,, que mas podemos hacer,, cuando las ideas se acaban,,, es mejor leer,, creo yo,,

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  2. Para materializar un fruto maduro puede auxiliarse de "envueltijos" de papel periódico perfectamente acomodados en la parte alta de la nevera... suele los calores de la cocina hornear deliciosos manuscritos, pero si le olvida en las alturas (los frutos que se dan ahí por lo general no gustan de volver a los estratos bajos), suele la fruta maltenerse y finalmente su consumo causar diarreas mentales (Sin.: Hablar mierda). Indigestiones mentales? Quizá se deba al papel periódico... muy amarillo no siempre significa maduro... quizá "pasado". En ese caso hasta es preferible usar hojas de Cuauhtémoc (con el respeto de sus lectores). :)

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  3. El tema lo tienes pero el asunto es que busques mas de un tema. no se trata de tener muchos temas sino de tener uno y darle vueltas.La novedad no cosiste en muchos temas sino en profundizar en uno. el tema del doble puede ser enriquecidopor tí y por tu experiencia pero insistes enmirar para todos lados y evitar la obsesión.

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Nos gusta que prueben algo de nuestros frutos sin más, pero nos gusta más cuando nos hacen saber si los temas están jugosos, si hay muchas pepas entre ideas, si el sabor de su lectura es bueno o si están biches o muy maduros; Así que adelante, deja tu semilla, tu esputo, tu abono o tu espalda para recostarte, lo agradeceremos y sabremos darle su buen uso.