domingo, 24 de enero de 2010

Este año con Durazno rojo


Se ha terminado el año y nuestro blog sigue creciendo, no sé qué tan productivo haya sido para nuestro pequeño clan de lectores(si es que aun siguen ahí), pero para nosotros como bloggers ha sido un ejercicio muy enriquecedor. Hemos logrado atravesar la barrera de la indisciplina a la hora de escribir, lo que a largo plazo definitivamente nos beneficiará en cuanto a la calidad de los escritos, al menos eso esperamos.

Pienso que a estas alturas de inicio de un nuevo ciclo en nuestra sociedad, asociado al nuevo año, es importante hacer una reflexión sobre este blog y su sentido, su razón de ser.

Hace algunos años inicié un blog al cual titulé: un poco de vida, ese espacio que en su momento fue producto del auge de los blogs, me llevo a una profunda reflexión con respecto al sentido que tiene la narración en la vida de una persona. En ese tiempo, ya lejano en mis recuerdos, comprendí que nuestra psique logra fluir de manera más fácil cuando dejamos proyectar libremente nuestras emociones, como ocurre en el acto de escribir; en reiteradas ocasiones nuestra mente logra huir de la censura, al igual que con los actos fallidos, los sueños y en el proceso de terapia tras soportar enormes dificultades.

El proceso de escritura logra trascender la oralidad debido a que el acto de escribir deja un producto palpable que permite organizar la cabeza del escritor, produce una concatenación que permea en la reflexión crítica sobre los diferentes procesos que abarcan la vida y produce transformaciones que pueden llegar a perdurar en el tiempo.

Es decir, el proceso de escritura de este blog no solo me ha permitido practicar esta tecnología; sino que me ha facilitado el darle sentido y orden a los pensamientos y formas de cómo almaceno y ordeno el universo. Habrá otros modos sin dudas de darle sentido a la vida (oración, meditación, artes marciales, deporte, etc.) pero yo creo que plasmar los puntos de vista que se tienen sobre el mundo que te rodea, así como las emociones que te produce es sin lugar a dudas una gran oportunidad de dar sentido y descubrir la forma cómo quieres relacionarte con el mundo. Seguiremos en la búsqueda.

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