domingo, 7 de febrero de 2010

En el cuento de los cuentos



En mi corta "carrera" como lector, la mayoría de las veces siempre me encontraba frente a una novela, a pesar de que nunca he pensado en sentarme a escribir una. Cosa paradójica porque cuento, que es lo que intento escribir, leía poco. Esto lo atribuyo un poco a mi mala memoria, que en más de una ocasión, me ha hecho malas pasadas. Por eso prefiero la novela, porque por poseer una única trama me permite enfocarme mucho más y evitar el olvido, como ocurre cuando lees cuentos, que al ser varios, muchos se pierden definitivamente en la parte más empolvada de la memoria.

Sin embargo en esta nueva temporada de mi vida, con otros retos y otras posibilidades, he tratado de solventar ese fallo y he iniciado una larga compensación para con los cuentos, experiencia que, debo ser sincero, ha sido muy exitosa para mí. No solo he descubierto grandes maestros latinoamericanos, si no que he logrado amenazar con mi fuerza de voluntad al que quiere que mis recuerdos no sean más que olvidos.

Ahora mismo leo una antología de cuentos, la cual considero de muy alto valor, y que seguramente mencionare en futuras entradas; por ahora solo resta decir que el cuento de los cuentos cada vez me aporta más como individuo y nutre mis mas escondidas canalladas, que con un poco de calma y técnica podrán salir a la luz en un futuro, quizás no tan lejano.

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