domingo, 12 de septiembre de 2010

Primera entrada desde el auto-exilio

Agosto 2010

Cualquier cosa que diga en este momento merece ser explicada, Para que cualquiera que intente leer este pequeño fragmento de mi vida, pueda hacerse, al menos una pequeña idea, de lo que ocurre en este momento de mi existencia. Hace más de un mes he emprendido una travesía con el objetivo de explorar el continente que me vio nacer. Después de recorrer Ecuador he llegado a Perú, donde me encuentro ahora, aunque esté a punto de saltar a Bolivia. Espero llegar en un mes, un poco más o un poco menos a Buenos Aires.

La idea no solo es explorar Latino América, también es explorar mi propia vida, estoy convencido de que todo viaje implica una exploración del interior de sí mismo, un encuentro con el alma y con las raíces. Allá, espero poder escribir un poco de lo que hay dentro de mí, es decir, deseo dejar a flote mis cicatrices, lo que poco a poco ha construido lo que soy y también lo que seré.

Hoy mismo, después de mucho tiempo en la carretera, después de muchos encuentros, paisajes, alegrías y nostalgias de a poco empiezo a encontrar en las palabras el alivio y cobijo a esta soledad que por momentos, aunque pocos, me invade y me recuerda que en algún lugar del mundo hay un lugar que llamaba casa. La verdad es que de a poco empiezo a llamar hogar a todos los lugares en donde aprendo, convivo y respiro, pero aun en el fondo de mi vida siento a Colombia como un lugar especial.

De a poco iré desprendiendo imágenes, lugares, pensamientos y sentimientos de lo que es vivir afuera, de lo que un día en tu casa y en tu escuela te dijeron que se llamaba patria. Por ahora me despido con un mar de sensaciones que espero ir organizando y quizás, con suerte, pueda poner en letras. Desde el Puno, a orillas del Titicaca sumerjo esta botella de mi ser, con la esperanza que en algún momento haga eco en algún lugar de la existencia.

1 comentario:

  1. Hace un año de tu viaje, y aún recuerdo con nostalgia y alegría tu travesía. Tiempo, que no sólo te ayudó... Me ayudo y ayudo a nuestra relación. Aquellos lugares, aquellos recuerdos que tal vez sólo queden en tu memoria, pero que cobijan ahora parte de tu vida; gracias a aquellas vivencias descubriste mil y un cosas del mundo y tu interior; amo cada instante de eso y amo cada parte de ti y de tu forma de ver las cosas; espero en un futuro no lejano me muestres aquellos sorprendentes lugares de los que tanto hablas sin lenguaje; pero sé que existen y serán diferentes cuando juntos caminemos por los sitios que describes en tus cartas...
    Te Amo Inmensa y profundamente.
    Tu Maguita!

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