domingo, 17 de marzo de 2013

Rojazno Duro

Para esta entrada decidí que voy a escribir cualquier cosa, de cualquier manera. ¿Qué le parece?

- Por mí está bien, pero... ¿qué entiende usted por cualquier cosa? porque la verdad mi impresión es que usted aquí siempre escribe cualquier cosa de cualquier manera. No veo la novedad, solo el anuncio de algo previsible.

Bueno, sí, es cierto eso, pero esta vez es dierente porque realmente pienso escribir cualquier cosa en esta entrada. Y de cualquier manera.

- Está bien, pero insisto en que sería bueno que me explicara qué diferencia hay entre lo que va a hacer ahora y lo que ha hecho siempre... no es mentira cuando le digo que no entiendo qué quiere hacer...

- Déjelo, es otro más de sus delirios... siempre está creyendo que es diferente de los otros y no es más que un repetidor y un calcado...

- Vea, no se meta. Usted no tiene nada que hacer por acá. 

- ...bueno, está bien. Para serle sincero no tenía ni ganas de molestar ahora. No sé ni siquiera por qué metí la cucharada en este plato. No me haga caso...

- Y ahora ¿qué pasó?

- No sé, no sé, nada, no pasa nada.

- Viejo, si es por la manera de dirigirme a usted hace un rato, le ofrezco una...

- No, no, no es eso... Es que... no sé, más bien luego conversamos.

- Está bien, vaya a descansar, que lo necesita.

- Bueno...








¿Qué le pasó a ese?

- Uhmmm... No estoy muy seguro de si es eso, pero desde que apareció aquel, o al menos desde que se hizo notar, lo he notado a ése como raro... Está irritable, huraño, desganadecido... Y la verdad no es para menos...

Sí, su actitud no era muy amistosa que digamos...

- Y que lo diga viejo... La verdad yo también estoy algo chocado. No sé qué pretende aquel de nosotros pero de seguro no es algo que nos vaya a gustar... Me preocupa eso...

Pues... qué le dijera yo...

- Bueno... en este caso podría decirme por qué no piensa detenerlo. Usted sabe que puede.

Sí, es cierto, yo podría detenerlo, es más, puedo hacerlo, pero usted lo sabe, incluso acaba de confirmarlo: no lo haré. Y no es porque quiera; sencillamente las cosas son así. Tengo mis motivos....

- Entiendo, y la verdad no tengo reparos con eso. Pero al menos ¿podría usted, al menos, como por consideración, darnos alguna idea, alguna pista, mínima incluso, de si sus intenciones son buenas o malas o qué?

No, no podría.

- ¿Por qué?

Porque no sé cuáles son sus intenciones. No lo se, se lo aseguro.

- ¿Pero cómo es posible que no lo sepa usted? Se supone que debe saberlo, debe hacerlo, no hay de otra...

No, no se supone que deba saberlo, al menos no con anterioridad...

- O de antemano.

Eso, de antemano.

- Ajá.sé que usted iba a decir antemano y por alguna razón no lo hizo. ¿Estoy o no en lo cierto?

Sí, es cierto.

- Y bueno... yo supe eso, no me costó trabajo saberlo... y usted sabe lo que soy, lo sabe bien, demasiado bien, diría. Entonces ¿cómo es que no puede saber cuáles son las intenciones de aquel? ¿No puede ni siquiera tratar de hacer una suposición? 

Es que no es tan fácil. Mire, en primer lugar, yo no sabía que esa cosa a la que están temiendo ustedes iba a aparecer, y mucho menos en ese momento. No tenía la más mínima idea. Pero surgió, de la nada, de mí, de alguna otra parte. Ya es algo inevitable, algo que no puedo ni quiero detener.

- Ah, no quiere... o sea que no le importa dejarnos a merced de ése. ¿Es eso lo que quiere decir? ¿ES ESO?

Ole, tranquilo. No es que no me importe, es que no quiero detener lo que pueda pasar de ahora en adelante... es eso.

- Pero entonces... nosotros podríamos...

¿Salir heridos? eso jamás pasará. Qué disparates dice. Esta conversación no tiene el menor sentido, no hay nada que valga la pena discutir, no...

- ¡Nada vale la pena! ¡Nada tiene sentido! Solo somos voces sin fondo... para nosotros hablar es lo mismo que hacer... ¡qué importa entonces lo que puede pasar, si solo serán palabras! Es una tontería... pero aun así, debo confesarlo: tengo miedo.

- ¿Miedo de qué? 

- No lo se, solo se que tengo miedo... son cosas del miedosismo, cosas que no entiendo... pero así es.

- Ay, pero si ni siquiera yo tengo miedo de ése... y eso que yo no me siento nada cómodo con lo que está pasando... o va a pasar...

- ¿Pero acaso no lo ve? ¡Aquel puede ser una amenaza para nosotros! ¡Un peligro tremendo! ¡La hecatombe! ¡El fin final! ¡Nuestra perditación! ¡Ay! ¡Ay! ¡La condena! ¡Ya viene, ya viene!



- Éste ya se perdió por ahora. Tiene que entenderlo, está muy confundido, pero ya está como pesado y dramático... ¿Y si hablamos luego de esto? Ahora no sirve de mucho, no en el estado de este muchacho.

De acuerdo. Nos vemos pronto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nos gusta que prueben algo de nuestros frutos sin más, pero nos gusta más cuando nos hacen saber si los temas están jugosos, si hay muchas pepas entre ideas, si el sabor de su lectura es bueno o si están biches o muy maduros; Así que adelante, deja tu semilla, tu esputo, tu abono o tu espalda para recostarte, lo agradeceremos y sabremos darle su buen uso.