Creo que tengo que hablar de
Carver, de lo que significa para mí, de lo que continuamente sigue marcándome cada
vez que leo uno de sus cuentos o de sus ensayos (Nunca leí su poesía y la
verdad temo hacerlo). Pero Carver con la prosa es un maestro, un tipo que sabe
perfectamente como organizar y escoger las palabras para ir tejiendo una trama
de lo que uno no se puede escapar.
Aun así, si alguien me preguntara
que hace a Carver tan especial me vería en problemas, no son sus temas, que por
demás, son sumamente minúsculos y cotidianos, quizás demasiado cotidianos. ¿Será
que es eso? ¿La cotidianidad de sus situaciones? Yo diría que quizás tenga algo
que ver pero que allí no radica su esencia, creo que hay algo en su forma de
organizar las palabras, de construir sus personajes que trascienden todos los
canones y denominaciones, hay en sus cuentos, un elemento que quizás podría
atreverme a llamar místico, e insisto no es directamente por los temas que
trata, creo que lo que quiero decir es que en la extrema simpleza con la que
narra está la profundidad, está la armonía y la belleza de su obra, el increíble
magnetismo con que te atrapa, la facilidad con que te pone en un estado
sumamente espiritual y contemplativo. Cuando leo Carver el mundo con sus
constantes paradojas es mucho más agradable, sus palabras me alejan de
cualquier intento de acercarme a mecanismos de evasión como el alcohol o las
drogas; Carver produce con sus palabras un estado autentico de bienestar psíquico
y corporal que es difícil de explicar pero que para mí es tan verdadero como
cualquier otra senda de iluminación.
Mientras escribía esto pensé
que mis palabras podrían ser algo exageradas, pero realmente Carver invoca en
mi fuerzas que pocos autores (muy pocos) logran. Esto no deja de ser curioso
porque Carver no es el tipo de escritor que suelo leer, el tipo de literatura
que más me importa. Pero no deja de sorprenderme una y otra vez, con o sin la
mano de Gordon Lish . Quizás deba dejar de tenerle miedo a la poesía de Carver,
pues sus cuentos no son solo misteriosos, nostálgicos y bellos, también son profundamente
poéticos, puede ser que ahí radique el
inmenso poder al que me someto cada vez que abro uno de sus libros.
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