lunes, 22 de marzo de 2010

Por joder nomás II

Sí, hoy también escribo por joder nomás. Por joder a Heroedeleyenda, a quien una resaca un tanto malatraca le dio un tema escribible para este trozo de blog, aunque en un momento dado se pone tan existencialista y quejoso que de por sí la entrada da resaca de sólo leerla... bueno, sólo bromeaba... Sencillamente es una fresca reflexión (de la noche anterior de seguro) acerca de lo que se siente cuando el cerebro se nos pega demasiado al cráneo por tomar líquidos mágicos y tóxicos, y nos pone a delir... digo, a divagar sobre el alcohol y sus consecuencias. No es más... o de pronto hay más, pero debo admitir que ya no quiero seguir hablando de esa entrada porque me dio pereza de hacerlo. Y no creo que eso sea malo. Preguntará alguno (o yo mismo me hago la pregunta, para qué engaños y afrentas a la mala fe de los que leen esta vaina): ¿Por qué no comenzó de nuevo entonces y escribió algo nuevo, borrando lo anterior?, y como en estos momentos estoy escribiendo por joder nomás, pues... pues...

Pues...

Pues nada, que como siempre me he quedado sin el impulso inicial con el que llegué a escribir por joder, y de paso sacar algo medianamente entendible. Y es que a veces el impulso se me acaba. O mejor, o peor aun, lo dejo agotar cuando noto que mi escritura se me va inclinando hacia el acto de la autocrítica dura y el autoflagelo macabro, a veces sutil y a veces denso, y se me va convirtiendo la cosa en algo seco, por una maña que ya no me divierte tanto. Darme palo a cada rato no es bueno, para nada bueno. Corro el riesgo de enmalarme conmigo mismo, y no quiero eso ahora.

Tengo un plan. Un plan para joder, para joder nomás.

Voy a ir arrojando frases sencillas, sin mucha tramoya, acerca de la cosa más mínima y estúpida. Sin temor a perecer por falta de originalidad o a verme acusado de no tratar temas importantes por reflexionar sobre cosas sin trascendencia. Vamos, que a veces me siento repetido en lo que tecleo, y no creo que el 100% de todo lo que salga de mis deos tenga que ser repetición de algún fulanoide que habite en la atarraya. Así que comienzo.


-------


Al lado derecho de mi vista hay cinco casettes. Están apilados, formando una pequeña torre. Los casettes parecen viejos y cansados. Parecen dientes de fumador, se ven amarillentos. El casette que está encima de los demás sería el diente podrido. Lo agarro y lo examino unos segundos. Parece que es el más gastado. La cinta del diente podrido ya no tiene brillo, así como la cinta del casette que está debajo. Puede ser que los hayan utilizado con insana frecuencia. Si los casettes tuvieran vida, ¿Eso les alegraría? Miro las cintas de los casettes que quedan. Hay otro casette cuya cinta también aparece sin brillo. Miro los títulos de los casettes que parecen dientes. Comienzo por los casettes que veo más gastados. El primero que reviso es el diente podrido. Es un casette que fue virgen, y que por obvias razones ya no lo es. En el lado A hay escritas algunas palabras, de las que sólo alcanzo a entender "Mañanitas". Lo que está escrito en el lado B no lo entiendo en lo absoluto. Paso al siguiente casette. Al verlo recordé que he escuchado su contenido hace muchos años. La información de ambos lados es la misma, salvo la que dice "lado 1" y "lado 2". La información en común es: "Vive la Serenata/las 100 canciones/más bellas de serenata". Parece que es el casette número 1 de la colección. Lo se porque vi el número 1 al lado superior izquierdo del casette. De ese detalle me di cuenta hace unos instantes. Y por alguna razón eso me hizo sentir incómodo. Y ahora me sentí más incómodo y molesto. En el momento en que tecleo estas palabras Aparece la representación casera de la Inquisición. Se apoya en sus dos chanclas, mientras se me queda mirando. Me acusa de estar despierto y no hacer lo que hago ahora en horas de la mañana o la tarde. Todo esto lo hace de una forma muy indirecta. Y es muy irritante. Carajo, dejé meter algo muy personal aquí. Miro el reloj. Las tres de la mañana. Se que debo irme a dormir. Y es algo que pronto haré. Tan sólo quiero terminar esta entrada. Y quiero hacerlo de una forma que pueda repetir muchas veces en otras entradas con el mismo título, cambiando muy poco su contenido. Y es que también hoy sólo escribo por joder. Por joder nomás. Namás po' jodé, para decirlo de otro modo.

Si alguien que me haya leído se haya aburridizado, y quiera retorcerme los dedos porque lo que leyó le provocó una gastritis en el espíritu, que bien pueda. Pero en su mentecita, y que luego lo olvide. Si tuve en esta madrugada un objetivo, que sepa que fue el de escribir intrascendencias. Por eso escribí hoy por joder, por joder nomás, con cosas simples que poco importaran al mundo, pero que me dieran tela para cortar y desperdiciar, mientras me divertía en el proceso. Porque sí, me divertí escribiendo esto, sobretodo porque la autocrítica dura y el autoflagelo macabro estuvieron casi nulos. Entonces, por todo esto, le pido a ese alguien que no se llene de iras y venas moradas.

Y que no se joda.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nos gusta que prueben algo de nuestros frutos sin más, pero nos gusta más cuando nos hacen saber si los temas están jugosos, si hay muchas pepas entre ideas, si el sabor de su lectura es bueno o si están biches o muy maduros; Así que adelante, deja tu semilla, tu esputo, tu abono o tu espalda para recostarte, lo agradeceremos y sabremos darle su buen uso.